Propósito de la Agenda
- Apoyar el diseño y la construcción de hospitales verdes y saludables.
- Reducir la huella ambiental del sector de la salud y hacer de los hospitales un lugar más saludable para empleados, pacientes y visitas mediante la incorporación de prácticas y principios ecológicos en el diseño y la construcción de instalaciones sanitarias.
El problema global
El entorno construido influye en la salud. En el siglo XIX, el inicio de la urbanización originó una propagación desenfrenada de enfermedades infecciosas: viruela, tuberculosis, fiebre tifoidea y rubeola. En gran medida, se las pudo controlar a través de intervenciones de salud pública que se diseminaron mediante normas del código de edificación y planificación urbana. Los sistemas de saneamiento, los servicios públicos de suministro de agua y los requerimientos de ventilación y luz natural en las viviendas son ejemplos de respuestas del entorno construido a los impactos que el desarrollo ha causado en la salud.
En la actualidad, una gran cantidad de problemas de salud ambiental (cambio climático, contaminación tóxica, pérdida de biodiversidad y otros) se relacionan con la producción y el mantenimiento del entorno construido. A medida que el desarrollo se acelera en muchas regiones, la construcción de edificios consume cada vez más recursos, lo cual exige las metodologías y los materiales de construcción locales y autóctonos más allá de su capacidad de sustentable.
De hecho, los edificios dejan una enorme huella en la salud ambiental. Según cálculos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), es posible que las actividades relacionadas con la construcción sean responsables de hasta un 30% o un 40% de las emisiones de dióxido de carbono en todo el mundo. La organización sin fines de lucro Architecture 2030 estima que estas actividades, cuando involucran el transporte de materiales, dan una cifra superior al 48% . Si bien las emisiones industriales de CO2 están estabilizándose, siguen aumentando en el sector de la construcción. Achim Steiner, director ejecutivo del PNUMA, ha sugerido que la implementación de una estricta política internacional de eficiencia energética podría lograr una reducción de más de dos mil millones de toneladas de emisiones, o un valor cercano al triple de la cantidad prevista en el Protocolo de Kyoto.
Las actividades relacionadas con la construcción de edificios consumen el 40% del total de piedra bruta, grava y acero que se genera, así como el 25% de la madera virgen de todo el mundo. La construcción y la demolición de edificios producen alrededor del 50% de los residuos sólidos municipales. Los edificios dañan aun más la capa de ozono estratosférico mediante el uso de refrigerantes y productos elaborados con compuestos que agotan el ozono, incluidos los materiales aislantes. Los edificios utilizan más del 75% de la producción mundial de PVC. La producción de cloro, un ingrediente básico del PVC, es uno de los procesos industriales que más energía consumen en todo el mundo (alrededor del 1% de toda la producción eléctrica mundial).
En muchos entornos actuales, las personas pasan hasta el 90% de su vida en espacios cerrados. Los cálculos sugieren que el nivel de contaminación en interiores es hasta cinco veces mayor que el nivel de contaminación al aire libre . Mediante un análisis cada vez más profundo de las fuentes contaminantes en interiores, que van desde polvo hasta formaldehído, plastificantes con ftalatos y productos de limpieza, se están obteniendo nuevos datos sobre la necesidad de materiales de construcción más seguros y saludables.
Al mismo tiempo, la construcción en el sector de la salud está en pleno auge en muchas regiones del mundo, con un dinamismo particular en varios países en desarrollo. En 2009, el mercado mundial de la construcción de instalaciones de atención médica se valuó en USD 129.000 millones. Se prevé que en 2014 superará los USD 180.000 millones. En total, el sector de la salud comprende más de un tercio del mercado mundial de la construcción de edificios institucionales.
Soluciones hospitalarias
El sector de la salud tiene la posibilidad, a través de su poder de mercado, de inducir a la industria de la construcción a desarrollar productos y sistemas para la construcción que sean más seguros, resilientes, verdes y saludables. En algunas regiones, los sistemas de salud han reemplazado al sector manufacturero como la principal fuente de empleo local. Aún en regiones en donde la urbanización y el desarrollo residencial superaron ampliamente a la construcción médica, el sector de la salud puede implementar las “mejores prácticas” en la construcción sustentable.
Los edificios destinados a brindar servicios de salud son tan diversos como los sistemas de administración que les dan forma. Las instalaciones varían enormemente entre los diferentes países y dentro de un mismo país. Abarcan desde clínicas de atención ambulatoria en pequeñas comunidades hasta grandes hospitales de agudos, patrocinados también por una gran diversidad de propietarios, entre ellos, organismos gubernamentales, organizaciones filantrópicas sin fines de lucro y corporaciones. Incluyen instalaciones comunitarias que funcionan las 24 horas del día, todos los días, y están destinadas a servir de “refugios” en desastres naturales.
El gran impacto que los hospitales tienen sobre el medio ambiente y la salud originó la creación y adopción de una amplia variedad de herramientas y recursos para “hospitales verdes” dentro del sector de la salud. A nivel mundial, se han personalizado diversas herramientas y recursos para edificios verdes con el fin de adaptarlos al sector de la salud y a zonas o regiones climáticas específicas. Algunos ejemplos de herramientas de calificación de edificios verdes que sirven de parámetro para la construcción de instalaciones de salud están dados por los siguientes sistemas de certificación: LEED para el sector de la salud (LEED for Healthcare) del Consejo de Edificios Verdes de los Estados Unidos, Estrella Verde para el sector de la salud (Green Star for Health) de Australia, Estidama (sustentabilidad, en árabe) de los Emiratos Árabes Unidos, BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method, o Método de Evaluación Medioambiental de la Entidad de Investigación para el Sector de la Construcción) y NEAT, del Reino Unido. Todas estas herramientas comparten un mismo concepto: los principios para la construcción de edificios verdes tienen en cuenta factores tales como el uso de la tierra y el emplazamiento, el consumo de agua y energía, las prácticas para la obtención de materiales de construcción y la calidad medioambiental de los espacios internos.
Tanto el emplazamiento de los hospitales en lugares cercanos a rutas con transporte público, como el uso de materiales para la construcción locales y regionales, la plantación de árboles en el sitio, la incorporación de componentes de diseño como la luz del sol, la ventilación natural, las energías alternativas y los techos verdes, son todas medidas que permitirán a las instalaciones sanitarias ya existentes disminuir su huella ambiental y su impacto en las comunidades locales, y diseñar los nuevos edificios de manera que utilicen mucho menos recursos . Esto es aplicable a todo tipo de edificio sanitario, ya sean instalaciones de gran envergadura, hospitales centralizados o pequeñas clínicas comunitarias.
Las investigaciones también sugieren que existe una relación directa entre el entorno construido y la respuesta terapéutica; el diseño de un hospital puede influir de manera positiva en la salud del paciente así como también en el desempeño y la satisfacción de los profesionales que lo atienden. Por ejemplo, la ventilación natural puede constituir una estrategia efectiva para ahorrar energía así como también una medida eficaz para controlar las infecciones . El Carnegie Mellon University Center for Building Performance and Diagnostics (Centro para el Desempeño y Diagnóstico de Edificios de la Universidad de Carnegie Mellon) identificó diecisiete estudios internacionales que documentan la relación entre la calidad optimizada del aire en los espacios internos con el impacto sanitario positivo sobre las enfermedades, entre ellas el asma, la gripe, el síndrome del edificio enfermo, los problemas respiratorios y los dolores de cabeza; las mejoras alcanzaron un rango de entre el 13,5% al 87%.
La construcción de edificios verdes y saludables también exige mirar un poco más allá del costo inicial del capital, y centrarse en el “costo total de propiedad” a lo largo de toda la vida útil de la estructura. Estos “costos de ciclo de vida” incluyen los costos operativos, como, por ejemplo, el mantenimiento del sistema y de los servicios públicos, de modo de equilibrar las inversiones iniciales en la infraestructura para la provisión de energía y agua, con las ganancias provenientes de la reducción en los costos operativos. Las investigaciones también comienzan a vincular la mejora en el desempeño y en la salud de los ocupantes con las estrategias de edificios verdes tales como el acceso a vistas al exterior o la ventilación mejorada. Estos estudios están dando lugar a la creación de «argumentos comerciales» basados en el desempeño y en la salud más amplios para los edificios verdes y saludables.
Es importante subrayar que las estrategias de edificios verdes y saludables no son solamente para las construcciones nuevas. En muchos casos, los edificios ya existentes pueden reacondicionarse de manera de incorporar muchas de las mejoras sistémicas que se implementan en los edificios nuevos.
Hay mucho que aprender de los tantos proyectos de construcción de hospitales saludables que se están desarrollando en todo el mundo. Las herramientas para edificios verdes pueden ayudar a crear entornos de sanación eficaces de alto rendimiento. Las lecciones que brindan estas guías están comenzando a reflejarse en la construcción de nuevos hospitales de agudos de gran escala en los países en desarrollo. Dos de muchos ejemplos son el Hospital San Vicente Fundación (sede Río Negro), en Colombia, que se propone obtener la certificación LEED Gold, y el hospital Kohinoor, ubicado cerca de Mumbai, India, el segundo hospital del mundo en recibir una calificación LEED Platinum.
Acciones concretas
- Aspirar a que el funcionamiento de los edificios sea carbono neutral.
- Proteger y restaurar el hábitat natural; minimizar la huella conjunta de edificios, estacionamientos, caminos y senderos.
- Utilizar techos y pavimentos de alta reflectancia, o sistemas de “techos verdes” y pavimentos permeables a fin de reducir el efecto de isla urbana de calor, manejar el agua de lluvia y promover el hábitat.
- Establecer diseños en consonancia con el contexto social y natural del lugar, de manera de lograr una mejor integración del edificio dentro de la comunidad y del entorno natural. Emplazar las instalaciones según la orientación solar y prevalencia del viento.
- Emplear sistemas pasivos siempre que sea posible para proporcionar mayor resiliencia y redundancia: utilizar placas para piso de poco espesor para mejorar la luz y la ventilación natural.
- Priorizar el impacto que tendrá la extracción, el transporte, el uso y la disposición de los materiales al evaluar su utilización en emplazamientos sanitarios, y utilizar materiales renovables que contribuyan a la sanidad humana y del ecosistema en todas las fases de su ciclo de vida.
- Apoyar el uso de materiales locales y regionales (para reducir la energía utilizada en su transporte) y utilizar materiales recuperados y reciclados (para reducir la energía que, de otra manera, se emplearía en la producción de materiales nuevos).
- Evitar materiales como pinturas y revestimientos con contenido de plomo y cadmio, así como el asbesto.
Sustituir materiales que contengan sustancias químicas persistentes, bioacumulativas y tóxicas (PBT, por sus siglas en inglés), incluidos el PVC, el CPVC y los retardantes de llama halogenados y bromados, por alternativas más seguras. - Crear entornos construidos civilizados que promuevan la elección y el control del habitante, la calidad mejorada del aire interno (a través de ventilación natural y sistemas mecánicos), la iluminación y el entorno acústico para reducir el estrés y favorecer la salud y la productividad.
- Utilizar como referencia los lineamientos emitidos por organizaciones nacionales o regionales para edificios verdes.
- Impulsar lineamientos de políticas y financiación pública que promuevan los edificios verdes y saludables.