El repentino incremento en el uso de mascarillas, guantes y otros elementos de protección personal, incluidos productos envasados de un solo uso, como botellas de plástico y recipientes para llevar comida, había saturado de residuos las comunidades filipinas y, en gran medida, los establecimientos de salud.

Previendo un marcado aumento en la generación de residuos, Sor Arcelita Sarñillo, administradora del Hospital St. Paul de Iloilo (SPHI, por sus siglas en inglés), tomó la iniciativa y solicitó al Departamento de Ropa Hospitalaria que investigara y elaborara elementos de protección personal reutilizables para proteger adecuadamente al personal sin generar cantidades significativas de residuos.

En lugar de recurrir a incineradores para quemar EPP, el hospital incorporó diversos procedimientos, tales como la separación de residuos y el uso de autoclaves para desinfectar residuos infecciosos y así reducir su huella ambiental.

Como resultado del proyecto, el SPHI logró proteger al personal que trabaja en la primera línea de respuesta sin tener que generar grandes cantidades de residuos en el proceso. Es más, el uso de EPP lavables para proteger al personal y al planeta generó un ahorro de 64 150 000 pesos filipinos (USD 1,3 millones) en un período de ocho meses. 

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